Tenería

—¿Tons aquí es?

—Aquí mero.

—Tá perro.

—¿Los humos?

—Ey.

—A las gentes de acá les gustan. Les borran los problemas, dicen.

—Yo sólo sé que no me meto aquí otra vez.

—No seas así, Aguas. Las bombas tampoco están curadas.

—Pero a ésas ya me acostumbré. ¿Y tú qué dices de tus selvas y tus desiertos y tus sierras?

—No es lo mismo que lo mesmo.

—Pue'e que no, pue'e que no.

—Mi General Villa confiaba en mí porque estoy con madre en lo que no se espera, en lo que viene de golpe.

—Tá bueno.

—Que no cualquiera. A mí me buscaba pa' lo más denso. Si al final nos agarraron fue sólo

—¿Y Suguel anda aquí?

—Sí, él es nuestro mero hombre. Casi siempre se va al fondo.

—¿Por qué haces esto, Dorado? A ti te va bien, haces lo que quieres.

—Porque me gusta el mitote. Y si vamos a hacerlo, pos lo hacemos bien. Mi General Villa no bebía, y nos prohibía a nosotros hacerlo. Decía que en la guerra hay que estar despierto; al tiro, pues. A lo mejor tenía razón, pero aquí no estamos en guerra, qué chingados. A cada cual su diversión y su beneficio.

—Verdad.

—Pero no de Dios. Ése no ayuda pa' nada.

—¿Vinieron a ver a Miguel?

—Al mismo.

—Quí está.

—Ya estuvo, pónganse de acuerdo pa'l asunto.

—Primero quiero ver a Suguel.

—Acá está.

—¿Éste?

—¿Por qué mevanta así las ejas?

—Le andan molestando los humos, Tuguel, no le hagas caso. ¿Verdad que tú eres Tuguel?

—Miguel es Miguel.

—Tá bueno.

—¿Los humos están duros? Podemos ir a fuera.

—No, no, no te apures.

—Los de fuera luego no guantan, Miguel en eso tiende.

—No, en serio. Aquí está bien. Explícame lo que haces, Tuguel.

—El mepache es fácil. Miguel lo para con arroz, papa, azúcar y agua. Primero prepara el arroz y la papa en el agua. Luego, para pararlos, echa el azúcar. Luego deja posar un rato para que fermente. Uno, dos días. Si falta, reposa. La posparación sólo es colar.

—¿Dónde lo haces?

—Miguel quería instalarse en la zotea, pero era muy visible en ese tonces. Mejor se las puso aquí y atrás.

—Llévanos, Tuguel, que el Aguas vea la calidá de tu producto.

—No quiero que me joda las tuberías.

—Mi producto es producto.

—Tengo que ver. ¿Dónde lo guardas?

—En esos diez tinacos. Hora hizo mucho mepache.

—Apenas, pa' lo que queremos. Quiero ver la densidad.

—Vas a probar, es bueno, no es muy peso.

—¿De ese color es siempre?

—El arroz lo blanquea, así parece más agua. Es como si llevara a un derezo.

—Tá bueno, yo creo que sí sirve.

—Pos ya estuvo. Mira, Aguas, nomás decimos que tienes que reparar los tinacos, mandamos al Timidito a que te los lleve y ya.

—Tá bueno.

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