Escríbeme
Salúdame, pídeme cosas que no te voy a cumplir. Lo que sea.
Los leones retroceden aterrados, se pegan a las paredes, intentan saltar a las gradas. Tras ellos, triunfantes, los cristianos continúan sus letales sermoneos.
Salúdame, pídeme cosas que no te voy a cumplir. Lo que sea.