Naturaleza muerta

Las frutas del cuadro se fueron pudriendo con el paso de las semanas. Cuando la fetidez resultó más viva que los colores, tuvieron que sacarlo del comedor. El artista del bazar estuvo feliz de venderles otro. No entendió por qué se lo devolvieron al término del mes, reclamándole indignados que siguiera fresco.

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