Escríbeme
Salúdame, pídeme cosas que no te voy a cumplir. Lo que sea.
Refieren sus biógrafos que se soñó en una ciudad desconocida, luminosa, contaminada. Que se vio arrastrado hacia el subsuelo, donde entró a un larguísimo coche carente de caballos. Que quedó atrapado entre la muchedumbre. Que pasó aterradas horas viendo cómo en cada parada entraban y entraban más personas. Que sintió cómo su cuerpo se comprimía hasta el infinito. Que despertó convencido de que el vacío no existe, de que vivimos en un pleno absoluto.
Salúdame, pídeme cosas que no te voy a cumplir. Lo que sea.